Iglesia
En cuanto llegue al centro del pueblo, le llamará la atención el bulboso campanario de la iglesia de St-Etienne. Es una auténtica curiosidad de la región, ¡no hay nada parecido en muchos kilómetros a la redonda! Se dice que los constructores austriacos influyeron en los albañiles y obreros locales y dieron una influencia barroca alemana a la construcción a mediados del siglo XVIII.
Traspase las puertas del edificio y descubra otros tesoros catalogados. Sobre todo en el coro… La sillería y los revestimientos son de la época de Luis XV y atestiguan la vocación abacial de la iglesia. Al levantar los asientos, se dará cuenta de que incluyen miséricordes (piezas de madera que permiten a los monjes descansar, ¡aunque parezcan estar de pie!). Mira hacia arriba: ¿serás capaz de descubrir los temas de las escenas de cada vidriera?